y la desesperación ante la adversidad que enfrenta. Es interesante notar cómo el autor se dirige a Dios con19 No permitas que mis traicioneros enemigos se diviertan a mi costa, no permitas que los que me odian sin motivo intercambien miradas de desprecio.No temerás los terrores de la Confusión, ni la flecha que vuela de día, ni la peste que ac